Fue entonces cuando le vino a la cabeza todos sus recuerdos de juventud, toda aquellos horas perdidas en carreteras con el sol pegando en la frente y espalda. Era un ambiente romántico, propio del siglo XIX olvidarse de toda la sociedad, y por fin poder encontrarse con su palabra favorita: "Freedom". Recuerda como recorría casi todos los estados con Michelle, su gran amor, su esperanza de que volviera era lo que hacía que siguiera adelante.
Había cambiado toda aquella aventura, por lo que tiene ahora, una casa que lo mantenía fijo y atado a una tierra. Una pensión casi irrisoria que no le daba para vivir. La vida no lo había tratado como debía. Decidió entonces coger las llaves de su moto y con su libro favorito debajo del brazo comenzó su última carrera.
Al día siguiente en el pueblo no se comentaba otra cosa. Se había suicidado. Había saltado desde el barranco más alto de los alrededores y terriblemente falleció.
Una historia que habla por sí sola. Todos necesitamos algo de emoción y de aventura de vez en cuando. Eso era lo que le faltaba al protagonista, y una vida tan monótona... no es vida, como bien indica el final. Buen texto! :)
ResponderEliminarUn abrazo :3
Gracias, me alegro de que te guste :)
ResponderEliminarMe encanta, que bueno, de verdad. ♥
ResponderEliminarTe sigo!
http://kaleidoscopering.blogspot.com.es/
Pásate!