domingo, 29 de abril de 2012

71

Cierro los ojos, miles de lugares se extienden ante mi, veo primero una cascada cayendo violentamente creando un majestuoso lago, rodeado de un bosque frondoso, el agua es cristalina y mi vista casi alcanza el fondo, dónde una pequeña barca descansa. Me muevo veloz, aun no creo que esté aquí, la hierba me llega a la altura de los tobillos y una pequeña casa abandonada y limpia me susurra que  entre, descanse y duerma. Despierto todo sigue igual el agua sigue igual de azul. Empiezo a sentir una luz fuerte, cegadora, no me permite ver ya nada de lo que tengo alrededor. Abro los ojos y descubro como un autobús gris casi me vuelve a atropellar. Tendré más cuidado la próxima vez que decida soñar.

miércoles, 11 de abril de 2012

70

Eran días felices, el sol brillaba más y los chaparrones incitaban a salir con un paraguas y cantar agarrado debajo de una farola. Los coches parecían llevar todos una sintonía y hasta las nuevas hojas de los árboles tenían un color diferente. Se pasaba todas las horas con una sonrisa constante en la cara, sin importarle ya lo que le rodeaba, desde aquel día sólo le importaba una cosa, ella. Eran días felices, sí, pero también fueron días artificiales.