viernes, 18 de abril de 2014

17022014



 

Me pierdo en tus silencios, en tu arquitectura
De ángulos rectos,
De giros
                                                               inesperados.

Recuerdo, cuando enterrábamos amapolas en el jardín
cuando llenábamos bañeras de esperanza, de alegría.
Anegadas se hallan  de vacío, áspero y silencioso como la vida misma.
Como el dolor de quién ve todo lo construido temblar
Como un arquitecto, como un ser humano sin su traje
  de mentiras.                                                           

Mientras tanto, sigo recordando tu calor, sol, el que ya no me puedes dar y el que nunca me darás.