- Venga relájate y dime sólo con verbos lo que te gusta hacer- dijo el psicólogo para romper el frío
- Reir, cantar, gritar hasta que se rompan mis cuerdas vocales, cantar hasta dejar sordos a mis vecinos, bailar en calzoncillos por la casa, hacer pasteles de chocolate y comérmelos antes de que se enfríen completamente, pasarme horas viendo películas y series, tomarme largos baños, moverme locamente debajo de la lluvia, ver mi sonrisa, recordar la sonrisa de alguien, recordar su sonrisa, su pelo su piel...- De repente se hizo un silencio casi eterno, agónico, hasta que él por fín dijo:
- Mierda, he vuelto a caer.
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